Por
Fernando G. Castolo, Cronista Oficial
A
la noticia recibida de la autorización para la coronación pontificia, se
escucharon en toda la ciudad las campanas al vuelo, creyendo muchos
parroquianos, por la confusión que ello les produjo, que se trataba de otro de
los grandes anhelos que habían venido materializando los católicos zapotlenses:
la feliz noticia de que nos habían otorgado la categoría diocesana.
"...
A nosotros no nos dijeron nada hasta que todo estuvo arreglado, y podemos dar
ya la noticia increíble. Ya está en México el Breve de su Santidad que autoriza
ese acto solemnísimo, sólo concedido antes en tres ocasiones a lo largo de toda
la historia de la Iglesia..." (Arreola, Juan José: La feria, México, 1963,
pp. 157).
Obviamente
que toda esta alegría justificaba en gran medida los antecedentes tan antiguos
que la población de Zapotlán El Grande tenía profesando su devoción al
Patriarca José, a cambio de su constante protección.
"...
Este octubre Zapotlán ha obtenido, pues, la más alta recompensa por su
acendrado catolicismo. Además de un representante del Papa, vendrán a esta
ciudad los señores arzobispos de Guadalajara y de México, acompañados de otros
dignatarios, hasta completar el número de doce que se requieren para tal
ceremonia. Es para no creerse..." (Arreola, Juan José: La feria, México,
1963, pp. 157).
Se
organizaron, previamente, comisiones que se encargaron de todo lo indispensable
para llevar a cabo la coronación pontificia. El párroco don Adolfo Hernández
Hurtado conformó un Comité Pro Coronación, mismo que se integró de la siguiente
manera: como Presidentes Honorarios los Excelentísimos señores don Luigi
Raimondi, Delegado Apostólico, don José Garibi Rivera, Arzobispo de Guadalajara
y su coadjutor don Francisco Javier Nuño. Como Presidente Efectivo el señor
Cura; como Vice-Presidente el presbítero José H. Mendoza; como Secretarios el
presbítero José Manuel de Jesús Munguía Vázquez y el señor José O. Cueva (mejor
conocido en la comunidad como "El Azote"); y como Vocales los señores
Guillermo Ochoa Mendoza y Salvador Aguilar Vázquez.
En
cuanto a las comisiones se conformaron de la siguiente manera: de Alojamiento
el presbítero Antonio López y el señor Alfonso Villanueva; de Ornato del Templo
el presbítero Francisco Rodríguez; de Orden (dentro del templo) el presbítero
Humberto Jara y el señor Salvador García; de Prensa y Propaganda el presbítero
Manuel de Jesús Munguía Vázquez y los señores Esteban Cibrián, Benjamín Ruiz y
Salvador Ramírez.
Previo
al gran día de la coronación se verificaron vistosas peregrinaciones
provenientes de diversas poblaciones de nuestro estado, observándose amplias
muestras de fervor y devoción por parte de toda la católica comunidad
regenteada bajo el báculo de la Arquidiócesis de Guadalajara; depositando a los
pies del Santo Patriarca ofrendas de gran valor espiritual dignas de la más
acendrada realeza.
De
igual manera sucedió con todos los barrios y rancherías dispuestas en torno de
Ciudad Guzmán.
Para
la especial ocasión, además, se creó una "Corte de Honor" de señor
san José -transformada hoy día en "Guardia de Honor"-, misma que fue
conformada por damas y caballeros de la localidad, quienes se comprometieron a resguardar
celosamente la seguridad del Santo Patrono, tomar la Comunión por la mañana del
día 19 de cada mes y, por la noche, su asistencia al ejercicio solemne en honor
de San José, con riguroso traje negro.
El
trascendental acto de la coronación "pontificia" de San José -patrono
juramentado de Zapotlán contra los temblores y calamidades de índole natural-,
se llevó a cabo el día 22 de octubre de 1957, iniciándose el rito a las 5:00 de
la mañana con un desfile de antorchas que partió del campo de Santa Rosa,
entonándose las tradicionales mañanitas en honor del Santo Patrono; a las 7:00
se celebró la Misa de Comunión General; y, a las 10:00 de la mañana dio inicio
la Solemnísima Misa Pontifical que se dignó celebrar el señor Arzobispo y
Asistente al Solio Pontificio don José Garibi y Rivera, quien, en nombre y con
autoridad del Santo Padre, el Papa Pío XII, coronó solemnemente a la venerada
imagen del Castísimo Patriarca señor san José.
Asistieron
como invitados de honor los siguientes señores Arzobispos y Obispos: don Luigi
Raimondi, Delegado Apostólico; don Miguel Darío Miranda y Gómez, Arzobispo
Primado de México; don Manuel Pío López, Arzobispo de Veracruz; don Francisco
Javier Nuño, Arzobispo Coadjutor de Guadalajara; don Ignacio de Alba, Obispo de
Colima; don José Gabriel Anaya y Díez de Bonilla, Obispo de Zamora; don Manuel
Yerena, Obispo de Huejutla; don Salvador Quezada Limón, Obispo de
Aguascalientes; don Alfonso Toris y Cobián, Obispo de Chilapa; y, don Alfredo
Galindo Mendoza, Vicario Apostólico de Baja California.