(Segunda de 2 Partes)
CIUDAD GUZMAN, JAL. (EL SUR).- En este último domingo del primer mes del año 2019, vamos a culminar con el Reportaje Especial, elaborado por un servidor y que fue parte de un interesante Concurso de Periodismo Escrito, que se llevó a cabo en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara, allá por el cierre de la década de los años 90’s.
Les comentaba en la primera parte, que el Fraile A. Tello, había tenido un rotundo fracaso, en su intento por convertir a los importantes caciques indígenas de Tamazula y Tuxpan, ya que con antelación, se había dedicado a la realización de su plan para reunir a la mayor cantidad de grupos y poblados indígenas en un sólo lugar, que él mismo había trazado en el terreno que le pareció el más apropiado y que tendría por nombre TZAPOTLAN-TLAYOLAN, que significa lugar abundante de frutas y maíz.
Teniéndose planeada la construcción de una Plaza en el centro, una Capilla, un Convento, un Hospital y un Cementerio; las casas reales para las Autoridades Civiles y los Administradores Públicos; así como las casas para los indios, todo de momento, en una forma provisional y rústica, es decir, de adobe, madera y paja en el techo.
Estimados lectores, fue así como se fundó nuestro bello Zapotlán, siendo consagrado el día 15 de agosto del año de 1533, por coincidir ese día con la festividad de Santa María de la Asunción, a cargo de Fray Juan de Padilla.
A partir de esa memorable fecha, Zapotlán goza de una fuente secular de vitalidad poderosa e inagotable y hoy en día, por el espíritu progresista de sus habitantes, su comercio, su industria y la agricultura, la han colocado en una envidiable categoría.
Por ello, justamente, se le considera como la Capital del Sur de Jalisco, pero indudablemente, la fuente secular de su vitalidad y grandeza, se debe al espíritu religioso de sus habitantes, ya que sobre este tema, un culto escritor mencionó que: LA RELIGIÓN ELEVA A LOS PUEBLOS HACÍA DIOS…Y CUÁNTO MÁS LA CRIATURA SE APROXIMA A SU CREADOR…TANTO MÁS SE ENGRANDECE Y GLORIFICA!
Con toda justicia, puede agregarse a Zapotlán el título de GRANDE, porque vuelvo a repetir que en él, la fuente secular de su vitalidad es la religión, su fe y su piedad, mismas que revelan ante todo, la ardiente devoción y confianza ilimitada que profesa a su Patrono, el Excelso Patriarca Señor San José, a la Santísima Virgen del Rosario y al Niño Jesús, que forman la Sagrada Familia; siendo un testimonio de lo antes mencionado, el gran Templo y después Catedral, que el pueblo zapotlense le construyó a su Protector y Rey.
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